¿Fotografía de boda acuática? ¡Es posible!

¡La fotografía de boda acuática está rompiéndolo! Cada vez son más las parejas que se apuntan a una sesión postboda diferente, única e inolvidable. La diversión está asegurada, aunque también es cierto que esta alternativa encierra pequeñas dificultades que hay que conocer para poder superarlas.

El primer consejo que se puede dar es seguramente el más obvio. Una sesión de esta clase se debe llevar a cabo cuando el buen tiempo acompañe. Por eso, el verano es la época perfecta para hacerlo. Los meses de julio y agosto (y en menor medida junio y septiembre) nos permitirán disfrutar de temperaturas adecuadas, tanto exteriores como del agua.

Tienes que saber que la fotografía de boda acuática es un doble reto: para los novios y para el fotógrafo. Así, una pareja tiene que saber que tendrá que tener paciencia e imaginación, mientras que un profesional ha de contar con equipo extra, como una funda submarina, y conocimiento para poder ajustar todos los parámetros según las condiciones de luz en las que vaya a trabaja, vigilar el enfoque, las aperturas de diafragma, el balance de blancos o la velocidad de obturación.

Consejos fotografías de boda acuáticas

Tener claro el objetivo, fundamental en la fotografía de boda acuática

Como hemos mencionado, fotografiar bajo el agua es un reto mayúsculo. Es por ello que hemos de tener muy claro qué queremos conseguir y cuáles serán las poses a buscar. En el momento de empezar la sesión, la paciencia ha de ser un arma para los novios y para el profesional. No en vano, es posible que haya que repetir una misma instantánea muchísimas veces.

En nuestra experiencia, una de las claves para conseguir las mejores fotografías de boda acuáticas es trabajar la composición. Eso sí, no será nada fácil. El medio acuático es incontrolable, pero sí que podremos elegir y dirigir a los novios para que la imagen captada se acerque lo máximo a lo que deseamos.

Así, hay una cualidad que ayudará muchísimo en estas sesiones, tanto para los novios como para el fotógrafo: la creatividad. Tendremos ante nosotros muchas posibilidades y estará en nuestra mano aprovecharlas. Acudir con la mente abierta y con ganas de pasarlo bien resultará fundamental para obtener el mejor álbum que podamos imaginar.

En último lugar, y aunque no tenga mucho que ver con la fotografía de boda acuática, recuerda ser muy respetuoso con el entorno. Cuidarlo también es nuestra responsabilidad.

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